El Girona FC recibió al Valencia CF para cerrar ciclos: en el último partido en casa de la temporada 2017-18, se despidieron tanto de su mejor entrenador como de su emblemático capitán. El resultado fue lo de menos, porque la fiesta estaba asegurada… después de una amplia historia de sufrimientos.
Hace una década el Girona FC era un recién ascendido a la Segunda División española que peleaba por la permanencia, luego de cuatro temporadas en las que sus mayores éxitos habían sido alcanzar la medianía de la tabla, la llegada de Rubi (hoy DT del Espanyol) cambió radicalmente la historia durante el curso 2012-13: con menos recursos que temporadas anteriores y echando mano a jugadores de casa, terminó en la cuarta posición fallando el ascenso a La Liga en la final de playoffs.
Sábado 12 de mayo de 2018. Girona, ciudad catalana y capital de la provincia homónima, celebra la 63° versión de su festival Temps de Flors, el cual reviste sus calles y lugares principales de bellísimos conjuntos florales y de diversas actividades que cautivan a miles de turistas de todo el mundo. Este evento coincide con el último partido en casa del equipo local que cierra su exitoso debut en Primera.
Fiesta asegurada
Fundado el 22 de julio de 1930, tras una jornada en el Café Norat de la Rambla el Girona Fútbol Club comenzó una andadura que rápidamente le llevó a Segunda División, donde disputó el ascenso a la máxima categoría en sus dos primeras temporadas hasta que la Guerra Civil obligó a frenar la competencia. Entre la década del 40 y la del 50 alternó entre la Segunda y la Tercera categoría.
El Girona FC recibía al Valencia CF en la penúltima jornada de La Liga 2017-18. Un partido donde la fiesta estaba asegurada, pues tras el partido en el Municipal de Montilivi se realizarían una serie de espectáculos para celebrar el estreno liguero que los dejó en el décimo puesto tras 38 partidos.
El descenso a Tercera División para el curso 1958-59 fue una de las estancias más largas de su historia porque no pudo salir de la categoría hasta la temporada 1977-78, cuando debutaron en la recientemente creada 2° División B, como intermedia entre el profesionalismo y el amateurismo.

Tots junts ho hem fet
Inaugurado en 1970, Montilivi es un estadio relativamente pequeño para Primera y Segunda División Española; pero correctamente proporcional al número de habitantes de Girona: 98.255 (según el INE español). Cuando ascendieron en 2017, el recinto municipal podía albergar cerca de 10 mil espectadores, cifra que creció a 14.286 por exigencias de La Liga, con la instalación de gradas retráctiles (también conocidas como galerías mecano).
Con esa nueva competición, equivalente a la tercera categoría del fútbol ibérico, el Girona FC estuvo exactamente tres décadas compitiendo entre Segunda B, Tercera División y Regional Preferente (hoy conocida como Primera Catalana). Es decir, llegó a disputar hasta la quinta categoría. Un doble ascenso en las temporadas 2006-07 y 2007-08 les permitió llegar a la hoy conocida como Liga 123.
Arquitecto de sueños
¿Galerías mecano en la Primera División Española? Por más raro que pareciese, nada de ello era un inconveniente para una afición que llenaba Montilivi. Ya no había opciones matemáticas de clasificar a competiciones europeas, se acumulaban cinco derrotas en los últimos ocho partidos (tres consecutivas en casa); pero nada de ello era excusa para celebrar.
Así llegamos nuevamente al 2012-13, un periodo para el cual solo se esperaba mantener la categoría; pero finalmente dieron vuelta la mano al destino y estuvieron cerquísima de tocar el cielo. Tras conseguir la mejor campaña de la historia del club, Rubi se fue como ayudante técnico al FC Barcelona, y el Girona FC volvió a su realidad habitual para el curso siguiente: en el económico solicitó un concurso de acreedores (declaración de insolvencia) y solo salvó la categoría en la última jornada.
La gran demostración de esa alegría es que al ingresar al estadio se regalaba un cartón plegable que incluye la imagen de Pablo Machín, con la leyenda arquitecte de sommis (arquitecto de sueños), y por la otra cara se ve el escudo una silueta de un futbolista gironés celebrando: Tots junts ho hem fet (todos juntos lo hemos conseguido).

Buscarse la vida
¿Quién salvó (en cancha) a ese FC Girona hundido (en lo económico)? La respuesta es Pablo Machín, el joven entrenador soriano llegaba tras dos temporadas de haber mantenido al CD Numancia en la medianía de tabla con el objetivo de ‘sacar las castañas del fuego’, pero finalmente terminó convirtiéndose (ni más ni menos) en el mejor entrenador de su historia.
Al frente estaba el Valencia CF, dirigido por el asturiano Marcelino García Toral, que también celebraba: esta temporada había recuperado el protagonismo de campañas anteriores, con la cuarta posición asegurada y un billete a la fase de grupos de la Liga de Campeones 2018-19 en el bolsillo. El buen fútbol parecía asegurado.
Orden y buen toque
Luego de ‘apagar el incendio’ del período 2013-14, la campaña 2014-15 tuvo a los ‘blanquivermells’ rápidamente rompiendo sus récords de rendimiento, manteniéndose en zona de ascenso directo por 22 jornadas. Hasta que llegó el fatídico 7/06/2015, cuando el Girona derrotaba en casa por la mínima al Lugo, obteniendo el ascenso a Primera en la última fecha, hasta que en el 90+1’ la visita obtiene una sorpresiva igualdad.
Los primeros minutos demostraron a un Girona FC ordenado, estructurado y de buen toque, frente a un Valencia que buscaba la salida rápida a la contra con mayor peligro. El conjunto local no tenía a su gran figura, el murciano Cristian Portugués, y lo adolecía: sin Portu el equipo no tenía verticalidad suficiente para justificar su buen juego en el marcador.
El equipo respondió rápido y marcó el 2 a 1, pero Montilivi no alcanzó a celebrar porque el juez asistente lo anuló por fuera de juego y la furia de la afición provocó que le lanzasen una botella en la cabeza que suspendió el encuentro. Frustración e importancia que se mantuvo cuando se reanudaron los 40 segundos restantes que no cambiaron la historia: el Girona perdió el ascenso directo y debía buscarse la vida en los playoffs.

Por-no pillarlo
Para la segunda mitad, el Girona FC comienza con mayor intensidad; pero todo ello quedó en el olvido a los 57’, cuando un choque entre el colombiano Johan Mojica y el exbarcelonista Martín Montoya acabó con el primero inconsciente. Solo se escuchó un sonido de susto en las más de 15 mil personas presentes, luego reinó el silencio mientras los doctores intentaban reanimarlo; felizmente el susto duró minutos; pero el público alcanzó a oler la tragedia.
En las semifinales de la clasificatoria de ascenso, el Girona FC enfrentó al Real Zaragoza. La ida en Montilivi fue un claro 3 a 0 que hacía pensar que los albirrojos dejaron atrás lo sufrido ante el Lugo, pero en la revancha en La Romareda el cuadro ‘maño’ consiguió la remontada con un contundente 4-1. Otra vez el sueño del ascenso se postergaba.
Solo tres minutos después del problema del colombiano, los visitantes rompen el equilibrio, tras una contra de Luciano Vietto, quien avanza por el mediocampo con total libertad y ante la débil marca dispara desde la entrada del área para la ventaja ché. El argentino, actualmente en el Fulham, se ha convertido en una eterna promesa del fútbol español, que en tierras catalanas pudo dejar atrás su mala racha que lo tuvo sin convertir durante todo el 2017.
Todo por un nombre
Para el 2015-16, nuevos dueños llegan al club: TVSE Fútbol adquiere el 80% de la propiedad y da estabilidad financiera. Aunque en el campo se repetía lo sucedido hace dos temporadas: tras rozar el ascenso, venía la caída. En la primera vuelta, el Girona FC quedó muy cerca del descenso; pero en la segunda fue el equipo que más puntos sumó para terminar cuarto y clasificar nuevamente a playoffs, esta vez perdieron la final ante el Osasuna. La tercera no fue la vencida.
Los siguientes 15 minutos fueron intensos con ocasiones claras para ambos equipos, pero a partir de allí poco más sucedió en el campo, salvo el ingreso en los últimos diez minutos de Eloi Amagat, el histórico capitán gerundense, para despedirse de su gente (hoy está en el New York City); y por las carcajadas que generó la entrada al campo del valencianista… ¡¡Nacho Vidal!!
(Si usted es un ingenuo y no entendió el chiste de alcance de nombre, clic aquí… Aunque no nos responsabilizamos por-no pillarlo)

Hasta la última nota
El otrora líder de la banda Electrodomésticos, Carlos Cabezas, cantaba “has sabido sufrir, subir el cielo a no dormir”… Algo de lo que Girona FC había sabido de sobra hasta la temporada 2016-17, tanto va el cántaro al agua que al final se rompe: el 4 de junio de 2017 en Montilivi (¡dónde más!), a falta de una jornada, una igualdad en blanco ante el Zaragoza dejó atrás todos los temores, los sufrimientos, los miedos, los casi casi… ¡¡El Girona es de Primera!!
Perdido el atractivo en el campo, es momento de mirar a la grada. Los aficionados valencianistas (no más de una cincuentena) celebraron con mucho respeto y cantaron: El Girona es de Primera, como una manera de felicitarlos por su sorprendente campaña; mientras que una joven veinteañera gritaba a todo pulmón GI-ROOO-NAAA y con sentidas lágrimas ‘obligaba’ a todos los presentes a seguirla; y, finalmente, un joven originario de Ghana que con gran alegría golpeaba un bombo para deleite del público. Un partido aparte.
Pere Guardiola, el hermano de Pep, y el Manchester City se transformaron en los nuevos dueños del equipo ascendido, ayudándolo a conseguir la permanencia durante su entreno en La Liga. Algo que consiguieron sin problemas (incluso se convirtieron en el primer debutante en derrotar al Real Madrid), llegando a estar en zona de clasificación para Europa League en la fase final.
Orgullo Gironés
Terminado el partido y consumada la derrota, nada de reproches ni de pitos. Aplausos cerrados junto a la entonación del himno: nadie se movió de su butaca hasta que la última nota dejó de sonar por el altoparlante. Es cierto: el Girona FC se desinfló en las jornadas finales, pero superó totalmente las expectativas, el Orgull Gironí (leyenda de su camiseta) radiaba más fuerte que nunca.
Tras derrotar al descendido Las Palmas en la última jornada, el Girona FC acabó la temporada 2017-18 en la décima posición y como el mejor debutante en la historia del fútbol español tras obtener 40 puntos en la fecha 27. Pablo Machín dejó el club para fichar por el Sevilla FC, el actual líder de la liga; mientras los ‘blanquivermells’, hoy bajo el mando del vallisoletano Eusebio Sacristán, se ubican en la decimotercera posición con 9 puntos en ocho partidos. Labor omnia vincit…
Estas obras coparon Girona durante el Temps de Flors. Su reconocida catedral también fue adornada por la ocasión. El recuerdo de Pablo Machín es imborrable en los albirrojos. A minutos de comenzar el partido, Montilivi ya estaba lleno. La capacidad del estadio permite albergar 15 mil espectadores. La afición gironista en el entretiempo. Tras el gol del Valencia CF, los locales buscaron la igualdad. El portero ché Jaume Doménech evitando el gol del Girona.