Instagram, la red social del momento, ha eliminado la visibilidad pública de los likes –también conocidos como “me gustas”– para sus usuarios de Australia, Brasil, Canadá, Irlanda, Japón, Nueva Zelanda e Italia.
Facebook, su matriz, confirmó hace algunos días que realizará una prueba similar en Australia: “es solo quitar un número de la ecuación para que la gente se centre en la calidad de las publicaciones”, comentó la representante de la empresa en el país oceánico, Mia Garlick.
Twitter, pese a tener otros propietarios, también tomaría un camino similar: prontamente lanzaría una actualización de su app con información más limitada del número de retuits.
En resumen, todas estas iniciativas no tienen como fin eliminar las interacciones, solo ocultar su número final a terceros.
Según los expertos, esta acción generaría dos grandes beneficios. El primero, a nivel de comunicación y en línea de lo explicado con Garlick, es la reducción de la Espiral del Silencio. Esta teoría, planteada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann, sostiene que las ideas y tendencias mayoritarias pueden terminar silenciando a otras menos populares.
Este punto tiene especial relación con lo que sucede con Instagram. Su último cambio de algoritmo hace casi imposible que una cuenta creada hoy crecer hacia los millones de seguidores.
Quienes ya lo consiguieron se encuentran en un estatus “mayoritario y dominante” que difícilmente alcanzarán los nuevos actores. Es decir, si Coca Cola, Starbucks u otra multinacional cuentan con millones de seguidores en sus perfiles es más por su antigüedad y posicionamiento que por la calidad actual de sus contenidos.
Calidad sobre likes
El segundo tiene que ver con la relación entre salud mental y bienestar social. Existen múltiples estudios psicosociales que comprueban cómo el número de “me gustas” genera problemas de ansiedad, y una lógica de ser continuamente validado por los demás.
A modo de ejemplo, múltiples jóvenes y adolescentes que suben fotos cada día y que caen en estados depresivos si la foto de hoy tiene menos likes que la subida ayer.
Rubén Doblas es un joven español conocido como El Rubius, un youtuber con números impresionantes: más de 35 millones de suscriptores en su canal de YouTube, más de 13 en su perfil de Twitter, cerca de 11 en Instagram y más de 7 en Facebook. Hace un año anunció realizaría una pausa en sus publicaciones: «cada vez siento más y más presión y cada vez me pongo más nervioso y me cuesta más respirar… Era por la ansiedad de ser la mejor versión de mí el 100% de las veces que estoy en cámara», confesó a sus seguidores.
Ahora, y considerando que las redes sociales pertenecen a empresas que buscan el crecimiento de sus respectivos negocios, ¿cómo podrían ganar con esta nueva dirección?
Hay dos aspectos que le beneficiarían: evitar que sus algoritmos den lugares destacados a contenido violento/abusivo, y poner en el foco en la calidad por sobre los resultados podría aumentar el número de publicaciones.
Mal que mal las estrategias “win-win” son altamente celebradas en las escuelas de negocios de todo el mundo.