El Carcelero Implacable Thresh opta por una nueva forma humana en Wild Rift con la finalidad de robar almas y poder despistar a sus enemigos.
Thresh se levanta luego de la caída del Viego a finales del evento Centinelas de la Luz, ahora va a buscar atrapar todas las almas a su paso. Sin embargo, quiere atrapar a sus víctimas de una manera distinta tomando una forma humana que es bastante imponente, pero cumple su objetivo.
A continuación, te mostraremos los detalles que se han dado hasta el momento sobre este personaje y su nuevo aspecto tenebroso.
Recargado y poderoso
Luego de tener un Vigo derrotado y una cinemática que hace que todos los fanáticos del videojuego League of Legends se transporten a una posada en Runeterra, hay un personaje desatado. Se trata de Thresh Desatado, el cual puede hacer de su vida lo que quiere y mantiene a sus víctimas mucho más sumisas.
Ahora este personaje es más poderoso y tiene distintas maneras de capturar a sus presas u otras almas que encuentra a su paso. Para poder difuminarse entre los demás personajes ha optado por tomar una forma humana que aunque sea algo tenebrosa es más discreta.
Una nueva apariencia humana
Su físico ahora se destaca principalmente por tener una piel pálida como la de un muerto, ojos brillantes y cabello muy oscuro. Thresh aprovechará al máximo esta nueva apariencia para poder deambular sin preocupaciones y robar almas con más facilidad.
Gracias a su poder y habilidad, el Carcelero Implacable buscará levantar su propia secta de seguidores que luchen en su nombre y sigan el legado de la ruina u oscuridad que está encabezada por Viego. Esto ha ocurrido dentro del evento Centinelas de la Luz y Runeterra por su parte busca nuevos defensores para esta naciente amenaza.
Su disponibilidad
Thresh ha llegado a Wild Rift luego de poder cerrar un trato con Bort para así liberarlo de su maldición hecha por un mago de Noxus, esto significa que seguirá recolectando armas. Este personaje se encuentra disponible en League of Legends: Wild Rift desde el día 13 de agosto.
