Con el foco puesto en asuntos extradeportivos, la antesala del Mundial Qatar 2022 ha supuesto un gran varapalo para la imagen del emirato árabe.
El balón comenzará a rodar de manera inminente en el Estadio Al Bayt de la ciudad de Jorn, levantando el telón del Mundial de Qatar 2022. Quizás, el evento deportivo de mayor importancia del planeta. Si se exceptúa a los Juegos Olímpicos. Una cita de este calibre supone, sin duda, una oportunidad única para proyectar la imagen y posicionar al país organizador. Convertido en el foco mundial durante un mes.
La celebración del Mundial en Qatar ha sido objeto de controversia desde el mismo momento de su designación, el pasado 2 de Diciembre de 2010. Desde entonces, han entrado en el debate cuestiones ajenas a lo meramente deportivo. Como los motivos económicos para su elección, algunos relacionados con Platini y Francia. O la alteración de los calendarios futbolísticos de casi todas las ligas del mundo para poderse celebrar en invierno. Y también, combatir las altas temperaturas estivales del país árabe.
Aunque sin duda, los temas más controvertidos tienen que ver los derechos humanos. Todas estas cuestiones extradeportivas han sido magnificadas además por la falta de contención en las declaraciones de los gobernantes y organizadores del evento mundial. Que han emitido todo tipo de exabruptos y declaraciones sobre los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI. Lo que ha provocado una ola de indignación en las redes sociales llamando al boicot del Mundial por no respetar los derechos de estos colectivos.

Qatar 2022: un evento cuestionado
A pesar del ingente desembolso económico que ha realizado el país islámico para poder organizar este Mundial de fútbol- algunos medios la cifran en cerca de los 220.000 millones de dólares- la pregunta es, ¿está siendo realmente rentable para la imagen del país la inversión realizada teniendo en cuenta la ola de indignación generada por todas estas cuestiones?
Para dar una respuesta a esta pregunta, Simbiu ha llevado a cabo un estudio independiente. En que a través de su herramienta de reputación ha analizado durante los tres últimos meses lo que se ha publicado en relación a la cita mundialista en medios digitales, blogs, foros y redes sociales en España.
Según indica el estudio, el 33,2% del total de las publicaciones que hacen referencia al Mundial de Qatar presenta un contenido en el que se utiliza un lenguaje crítico y de signo negativo. Mientras que tan sólo en el 14,5% se usa una termología positiva y eminentemente constructiva. El 52,3% restante presenta un tono neutro. Y se corresponde de las publicaciones de carácter meramente informativo en las que se utiliza un lenguaje totalmente despojado de elementos que indiquen juicio y valoración.
También es indicativo que el 60% de lo difundido en la red de redes en España sobre Qatar como organizadora del evento futbolístico refleja emociones tan negativas como miedo y tristeza. Sin embargo, lejos de intentar revertir este panorama, el país catarí ha optado por mantener una actitud pasiva en comunicación. Cuanto menos, resulta llamativo que no se detecte en ningún momento campañas de promoción en positivo para mostrar sus bonanzas (lujo, destino vacacional, clima, modernidad, etc.). Algo que hubiese compensado un poco la mala reputación que actualmente destila su mancha digital.

Referencias sobre derechos humanos
En términos globales, en los tres últimos meses previos al evento, de un total de 142.700 resultados analizados en la red en España sobre el Mundial, 35.900 hacen referencia a cuestiones como derechos humanos, mujeres, trabajadores o la comunidad LGTBI. Esto supone un 25,1% del total de toda la conversación y contenidos vertidos en la red. Poniendo el foco en este 25,1% de noticias extradeportivas de alta implicación reputacional, puede observarse un claro llamado al boicot de Qatar.
En lo relativo al tema de los derechos y la represión a determinados colectivos, se han registrado hitos de manera continuada en la red que han avivado el debate y las protestas. Han sido muy comentados desde el anuncio de Dinamarca y su sponsor técnico de una camiseta protesta para disputar el campeonato. Hasta la negativa de la cantante bisexual Dua Lipa a actuar en el Mundial por conculcarse los derechos de las personas LGTBI. Pasando por la presentación del videoclip de Chanel o el viaje a Qatar del cantante surcoreano Jungkook como parte de la promoción del campeonato.
Pero lejos de tender la mano e intentar calmar los ánimos, la respuesta oficial del país islámico en la redes a manos del exfutbolista y embajador del Mundial, Khalid Salman, quien dijo hace pocos días que «los homosexuales tienen un daño en la mente». Y que los visitantes de esta comunidad «tendrán que adaptarse y aceptar nuestras normas», no ha hecho más que alimentar la polémica.