La Sociedad Española de Derechos de Autor (SEDA) advierte sobre el desconocimiento de muchos autores y artistas sobre la forma en que pueden divulgar sus obras.
La directiva europea en materia de protección de derechos autor supone un antes y un después en el reconocimiento de la propiedad intelectual. Al hacer responsables a las plataformas online del uso de la música que suben a ellas a los propios usuarios.
Sin embargo, el incesante flujo de datos y la inmediatez de interacción que facilita internet continúa dejando desprotegidos a muchos autores y artistas. El metaverso, la plataforma de realidad virtual implementada por Mark Zuckerberg, creador de Facebook, es un buen ejemplo de la aparición, a veces disruptiva, de nuevos servicios digitales que van dejando obsoleta en algunos aspectos la legislación en materia de derechos de autor.
En esos momentos, explica el presidente de la Sociedad Española de Derechos de Autor (SEDA), Patacho Recio, la Comisión Europea se propone regular el metaverso para que «los espacios virtuales que se avecinan no escapen al control del legislador. Y así, internet se convierta en la ley de la selva y se evite la instalación de monopolios que lo controlen».

SEDA plantea: nativos digitales y derechos de autor
Una realidad que se acrecienta en el caso de los más jóvenes, de los llamados nativos digitales, que se relacionan directamente con internet prescindiendo de intermediarios. Si se habla de creación musical esto puede suponer, advierte Patacho, «no sólo que no cobren por su trabajo. Sino que otras entidades recauden en la red como si fuesen propietarias del repertorio universal. Lo que viene sucediendo en algunos casos».
Los últimos datos al respecto indican que la piratería digital ha bajado un 8% en 2021 respecto a 2020. Y un 20% desde 2018. Pero a pesar de este descenso, el daño económico de la piratería en la industria musical en 2021 es de 653 millones de euros.
En este contexto, los usuarios de internet deben saber, precisan desde SEDA, «que ninguna música que se pueda escuchar a través de dispositivos digitales está libre de derechos. Ni la que se encuentra en plataformas de descarga, ni la de los videos de Youtube, ni la que circula por redes sociales».