En plena postemporada, está abierto el debate para definir quién será el Jugador Más Valioso de este año en la NBA. Si bien la votación ya está hecha, el galardón se dará a conocer en los Awards del próximo 24 de junio. Y aunque los premios sean después de las Finales, este premio contempla solo lo realizado en temporada regular. Hecha la aclaración, hay que destacar a Giannis Antetokounmpo y James Harden como los dos jugadores más sobresalientes de la liga y discutiblemente, los dos principales candidatos al MVP.
Giannis es uno de los jugadores internos más dominantes del torneo y ha sido la cara del ascenso de los Milwaukee Bucks, quienes pasaron de ser animadores a competidores en menos de un año, al punto de adjudicarse el mejor récord de la liga con 60 triunfos. Harden es el jugador decisivo de los Houston Rockets y sus actuaciones fueron fundamentales para el cuarto lugar en la clasificación a los playoffs, superando un complejo comienzo de liga, donde estuvieron cerca de los puestos sotaneros.

Créditos: NBA.com
Ambos llenaron las fichas estadísticas en diferentes rubros y cada uno con sus cualidades. Mientras el griego saca provecho de sus destrezas físicas y su juego de poste, la barba domina el Euro Step y anota triples, como pocos pueden hacerlo. Integraron el top 3 de anotaciones (Paul George completa ese trío), Giannis fue el sexto mejor reboteador y James fue el séptimo mejor asistidor. Además, fueron los únicos jugadores (junto con Anthony Davis) en marcar un índice de eficiencia superior a los 30 puntos. En detalle, estos fueron sus registros:
- Giannis Antetokounmpo, en 72 partidos: 27.7 puntos, 12.5 rebotes, 5.9 asistencias, 57.8% de tiros al aro, 30.9 de eficiencia.
- James Harden, en 78 partidos: 36.1 puntos, 6.6 rebotes, 7.5 asistencias, 44.2% de tiros al aro, 30.6 de eficiencia.
Objetivamente, la temporada de ambos ha sido excepcional y ambos tienen méritos de sobra para ser el MVP. Pero, ¿cómo poder decantarse por uno u otro? La influencia dentro de su conjunto puede ser un buen parámetro, quizás subjetivo, pero que igualmente permite comprobar el valor que tienen estos jugadores. Antetokounmpo es el elemento clave de los Bucks y el juego pasa mucho por él, pero hay que tener en cuenta que con la llegada de Mike Budenholzer, se implementó otro esquema en el que hay una mejor dinámica y donde el griego, siendo el mejor de su equipo, es parte de ese sistema. El # 34 tiene mucho juego, pero otros jugadores como Khris Middleton, Eric Bledsoe o Brook López también son participes de ese movimiento de pelota.

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En cambio, Harden es quien lleva el ritmo en la mayor parte de los juegos de los Rockets, aún si comparte en la pista con Chris Paul. Una secuencia típica es el Isolation, donde el barbudo busca espacio y crea su propia jugada, consumiendo varios segundos de una posesión. De hecho, Harden fue quien más tiros tomaba en promedio con 24.5 (en comparación a los 17.3 de Giannis) y quien más libres lanzaba con 11.0, esto último se debe también a que suele buscar el foul antes del tiro cuando decide meterse a la llave. Si bien, el esquema de Mike D’Antoni sugiere jugar posesiones cortas y lanzar triples, el # 13 suele absorber mucho juego y por ende, la suerte de Houston en muchos casos queda en manos de James.
Con todo esto dicho, si tuviera que dar mi veredicto por el MVP de este año y viendo la influencia que tiene cada uno, elijo a Harden. No solo anota, sino que lo hace de forma demencial. Este año, superó los 40 puntos en 28 partidos, de los cuales Houston ganó 21. Además, en dos ocasiones alcanzó su récord personal con 61 unidades y su promedio de 36.1 es el séptimo mayor para una temporada en la historia de la liga. Solo Wilt Chamberlain, en cinco ocasiones, y Michael Jordan lograron mejores registros. James Harden ya ganó el MVP en 2018 y podría revalidar su premio este año y no debiera sorprender, en caso que ocurra. Es un galardón individual y en esa faceta, la barba se desenvuelve como los grandes y como lo ha sabido hacer en el presente curso.