Con este título queremos significar que el equipo que resulte ganador –sea cual fuere–, en esta histórica disputa de la final de la Copa Libertadores, merece disfrutar de la rutilante victoria con que siempre soñó.
El panorama ha sido suficientemente empañado, no sólo por la agresión vergonzosa al autobús en el cual viajaba Boca Juniors, sino también por toda la confusión seguida a este lamentable episodio.
El salvajismo debería de ser una pasión ausente dentro de una rivalidad bien entendida. Más si se trata de fanáticos del fútbol, un deporte con tanta popularidad en el mundo y que, por esta misma razón, la atención del planeta se centraría no sólo en un superclásico River Plate y Boca Juniors, los dos equipos más grandes de Argentina, sino también en que se estaría escribiendo una página histórica irrepetible dentro del fútbol universal.
Misma procedencia
La historia de ambos clubes tiene un pasado común, que debe rescatarse en esta hora. Cada uno ha tenido sus propias glorias e infortunios a lo largo de décadas, que rematarán en un evento que los entrelazará indisolublemente.
Debemos tener la imaginación de remontarnos al pasado, y contemplar sólo aquel grupo de jóvenes estibadores de La Boca, el barrio de Buenos Aires, que se reunían con entusiasmo para jugar una partida de fútbol a comienzos del siglo XX.
Ambos equipos tienen esta misma procedencia. Lo que vino más tarde es anecdótico, periférico: esa división entre los aristócratas de River Plate y los obreros de Boca Juniors.
Honor y gloria
Todavía hay tiempo de alimentar las conciencias, para que este choque entre los gigantes Boca y River, se convierta en un auténtico festival deportivo, en el cual la violencia simplemente debería ser inexistente.
Ambos se merecen las mismas oportunidades en igualdad de condiciones. Es muy probable que este sea el tema de conversación de las autoridades de la Conmebol, y los presidentes de los clubes involucrados que debería tener lugar en un par de horas en Asunción, porque la verdad es que el enfrentamiento tendrá características épicas.
«VOY A CONVOCAR A AMBOS PRESIDENTES Y EN CONJUNTO VAMOS A REPROGRAMAR EL PARTIDO»
«LA CULPA NO ES DE LA CONMEBOL»#LibertadoresxFOX | Lo aseguró @agdws, presidente de la CONMEBOL. pic.twitter.com/4zDdsiLVyv
— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 25 de noviembre de 2018
Son muy oportunas las palabras de uno de esos Libertadores a quien honra la Copa: Antonio José de Sucre, quien dijera alguna vez: «honor al vencido y gloria al vencedor».
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