En el marco de su ciclo KiberTalks, Kibernum expone las implicancias de esta metodología en la evolución digital y entregó algunas hipótesis.
La evolución digital no se detiene y el desafío está en no quedar fuera de un proceso cada vez más vertiginoso, complejo y necesario para mantenerse en un entorno competitivo. Por lo mismo, la agilidad, o la habilidad de una organización para reaccionar y responder de una manera innovadora y creativa ante los cambios, se hace fundamental para la operación y el devenir de las empresas.
Hace unos días, expertos congregados por Kibernum, empresa global de tecnología y proveedora de talentos de IT de origen chileno, abordaron los principales alcances y desafíos de esta metodología.
En el primer encuentro de su ciclo online KiberTalks, Hablemos de Evolución Digital, participaron Rubén Altamirano, director de Agilidad & IT Consulting de Kibernum. Paulina Valenzuela, coordinadora de HoA Chile y Chief of Staff de Tecnología de Walmart Chile. Y también, Miguel Ángel Maldonado, líder de Agilidad de Itaú Chile.
Para Rubén Altamirano, la hipótesis del futuro de la agilidad tiene que ver con un cambio de paradigma en cómo se pone en práctica en el día a día: «es lograr que las organizaciones tomen la agilidad y puedan utilizarla de manera mucho más orgánica e intuitiva. Es como cuando manejamos un auto manual, sin pensar en cuándo hacemos los cambios de velocidad o usamos los pedales».
Kibernum expone: la evolución en las organizaciones
Según Miguel Ángel Maldonado, quien señala que cuando hablamos de agilidad organizacional, debemos desafiar la forma en cómo pensamos, actuamos y decidimos. Y más importante que reflexionar sobre el futuro de la agilidad como medio, es enfocarnos en el futuro de nuestros clientes y colaboradores como fin.
En tanto, Paulina Valenzuela, luego de caracterizar la agilidad y su evolución, que parte con la declaración de los valores y principios ágiles en el año 2001 y que a la fecha ha llegado a contar con diferentes formas de trabajo complejas a nivel organizacional. Hizo hincapié en la charla de Kibernum en la necesidad de detectar aquellos elementos que permitirán aprender y hacer modificaciones para mejorar.
La colaboración es otra de las claves para fortalecer la agilidad en las organizaciones. El corazón de la agilidad plantea este factor como fundamental, tal como explica Valenzuela: «para poder colaborar, uno tiene que entregar lo mejor de sí y esto ayuda al ecosistema. Tenemos que estimular a otros para que exista colaboración. Confiar en nosotros, como líderes mostrarnos vulnerables para crear un clima de confianza. Y ver el error como un elemento que favorece una cultura de aprendizaje constante».