Tras el juicio, ¿ahora qué? Mientras Johnny tiene carrera, fama y fortuna; Amber aún tiene mucho que aprender. En el set y en la vida.
Una vez conocido el veredicto, la pregunta comenzó a circular en los canales de televisión de Estados Unidos: ¿cuál será el futuro artístico de Johnny Depp y de Amber Heard? ¿Sus carreras seguirán igual? ¿Irán para mejor o para peor?
Hollywood es difícil de predecir (si no me creen, pregúntele a Chris Rock). Pero, en este caso, salvo que la Justicia acepte la apelación de Amber (una opción que favorece, sobre todo, a CourtTV, que transmitió el juicio en directo), los datos permiten hacer pronósticos bastante concretos.
Johnny Depp, el imbatible
La gran cuestión para Johnny es si volverá a ser, o no, el protagonista de la sexta entrega de Pirates of the Caribbean. Y lo fue desde el inicio del juicio. Porque el actor basó gran parte de su argumento en que la difamación de Amber, en un artículo publicado por el Washington Post en 2018, hizo que Disney lo dejara afuera del reparto, y lo perjudicara económicamente.
Parece que tiene razón porque la mayoría de los medios informó de tal decisión a partir de 2019, siempre después del artículo. Ahora, el productor Jerry Bruckheimer ha sido categórico y ha dicho que Johnny no volverá a ser Jack Sparrow.
Por su parte, Disney sostiene que solo hubo un acuerdo de palabra por el cual Johnny iba a cobrar 22,5 millones. Y trata de desvincularse del artículo: “Tomamos la decisión antes de 2018, debido a que la quinta película no fue rentable” es uno de sus argumentos.
Pero esto no es tan así. Según datos de Ultracine, la quinta película, estrenada en 2017, recaudó 794 millones, con un costo de 230. Es decir, 500 de ganancias. ¿Poco? En realidad, salvo la segunda que recaudó unos 700, las demás estuvieron en torno a los 600. Sinceramente, para ser la quinta entrega de una saga que empezó en 2003, nada mal.
Como aconsejaba Groucho Marx, si no les gusta tu argumento, ten otro a mano. Y esto hace Disney que también asegure que, en realidad, nunca pensaron en Johnny para la sexta porque quieren darle un toque femenino (y feminista) a la historia con Margot Robbie como “capitana Sparrow”.
La otra “franquicia” que tenía Johnny era Fantastic Beats, de Warner, que le cerró sus legendarios y enormes portones en 2020, antes del veredicto y después del artículo que, ahora sabemos, está lleno de mentiras.
Así, Johnny tuvo que conformarse con hacer voces para unos personajes infantiles (los Puffins). En los últimos años filmó películas “independientes”, como Waiting for the Barbarians (2019) y Minamata (2020). Si alguien las vio, avise. En carpeta tiene una nueva película: Jeanne de Barry, donde hace del rey Luis XV. Su directora y coprotagonista es Maïween, una joven promesa francesa.
¿Necesita Johnny a Jack Sparrow? Nunca vienen mal 22,5 millones, claro, pero a un actor tan famoso, de 58 años, el traje que usó en el juicio le sienta mejor. Es hora de hacer otros papeles, de ser director o productor, o simplemente de disfrutar cómo Margot Robbie trata de superarte.
Por otra parte, si algo le sobra, son dólares. Su fortuna asciende a 150 millones, según Celebrity Worth Net. Tiene una mansión en Hollywood, otra en St. Tropez y hasta una isla privada en Bahamas. Como sabrán, por una difamación cometida por su abogado (ni siquiera por él mismo) el jurado lo obligó a pagar dos millones. Menos del dos por ciento del patrimonio conocido.
Amber, la pobrecita
Muy diferente es la situación de Amber, aunque tampoco es tan dramática. Su problema es que toma pésimas decisiones. Por ejemplo, al divorciarse de Johnny, en 2017, aceptó siete millones, que, encima, donó a una asociación que defiende los derechos de las mujeres (eso dice, al menos). Su exmarido se quedó con todo lo demás.
Después, ella fracasó en su intento por seducir a Elon Musk (quizá, su mejor “jugada”) y, como hemos visto, volvió a equivocarse con su artículo del Washington Post, a pesar de tomar la precaución de no nombrar a Johnny.
¿Y si probamos con el cine? Salvo Aquaman, donde interpreta a la superheroína Mera, el resto de su carrera es casi desconocida. En 2010, filmó And Soon the Darkness, una remake de supuesto terror que tuvo malas críticas y casi ningún espectador.
Aunque le pagaron solo dos millones por interpretar a Mera en la primera Aquaman, seguramente, ganó mucho más por las regalías. La película recaudó 1.150 millones, un verdadero blockbuster.
La segunda parte, Aquaman and the Lost Kingdom, ya tiene fecha de estreno: marzo de 2023. La gente mala de Hollywood, que abunda, dice que DC Films va a quitar las escenas donde ella aparece. ¿Por qué harían semejante cosa? Entonces, las regalías de la segunda aparte alcanzarían para pagar los 10,2 millones por la difamación.
Amber figura en otros dos proyectos. Uno es In the Fire, película de Conor Allyn, actualmente en posproducción, según IMDB. Allí, interpreta a una psiquiatra que trata a un niño supuestamente poseído por el demonio, en el siglo XIX. Otro proyecto, pero en preproducción y por ahora con ella como único miembro del reparto es Run Away with Me. El argumento refiere al submundo del modelaje en Europa.
En fin, mientras Johnny tiene una carrera, una fama y una fortuna hechas y derechas, Amber es una jovencita que tiene mucho que aprender. En el set y en la vida.
