Inventing Anna no necesita inventar, porque cuenta la historia de una joven rusa que se convirtió en una celebridad gracias a un intento de estafa increíble.
¿Puede una chica de 25 años estafar a la gente más sofisticada de Nueva York? ¿Puede una estafadora salirse con la suya, una y otra vez? La respuesta es sí.
Anna Sorokin es una joven rusa, de una familia como cualquiera. Un día llegó a Nueva York y, de pronto, se convirtió en una celebridad. En una heredera de una fortuna (US$ 60 millones), que iniciaba un proyecto artístico de gran envergadura en un palacete de Park Avenue.
Consiguió relacionarse con la gente más rica, más cool y, posiblemente, más tonta, con la que se fotografiaba de manera compulsiva, como corresponde a la era de Instagram. Así, comenzó a ser Anna Delvey, la heredera que aún no podía acceder al dinero porque lo impedía un fideicomiso. Pero que seducía a todos con su proyecto súper exclusivo.
Un abogado comenzó a gestionar préstamos (US$ 20 millones) para la señorita Delvey, pero al poco tiempo se supo que todo era un engaño. No había fortuna, ni fideicomiso, ni nada. Solo un intento de estafa increíble.
En 2017, Anna fue detenida y dos años después condenada a 12 años de cárcel por hurto mayor y robo de servicios. En 2018 la historia, publicada por la periodista Jessica Pressler, de la revista New York, sedujo a Rhonda Shimes (creadora de Grey`s Anatomy y Scandal), quien la vendió a Netflix, con consentimiento de la estafadora, claro.
Así nació Inventing Anna, que, hay que decirlo, inventa poco y nada, porque la historia alcanza por sí sola para llevar el guion hacia adelante, sin contratiempos.
Sin embargo, la actuación de la rubiecita de Ozark, Julia Garner (Anna), hace la diferencia. Julia compone a una Anna arrogante, creída de sí misma y, a la vez, convencida de que su padre (un pobre inmigrante ruso que vive en Alemania) vendrá a ayudarla algún día.
Solo personajes desagradables
Anna Chlumsky (algunos la recordarán por su papel en Veep) interpreta a la periodista Vivian Kent, de la ficticia revista Manhattan. A diferencia de Pressler, no es famosa, sino que su artículo sobre Anna la sacará de “Escriberia”, donde habitan los escritores caídos en desgracia. Una coprotagonista divertida, a la altura de las circunstancias.
Otro personaje central es el abogado de Anna, Todd Spodek (Anian Moayed). Cumple con su cometido, aunque los guionistas no le sacaron todo el jugo. Por ejemplo, el verdadero Spodek recitó fragmentos de New York, New York, la famosa canción de Frank Sinatra durante el juicio (cuando vean la serie sabrán por qué).
Tampoco fue aprovechado del todo el personaje de Rachel DeLoache Williams (Katie Lowes), fotógrafa de Vanity Fair. Rachel se hizo amiga de Anna, quien la estafó por US$ 62.000. Luego, la entregó a la Policía. Rachel también publicó un libro (My Friend Anna) y ahora negocia con HBO para hacer otra serie. Muchos especulan con que esto último cayó mal en Netflix y por eso Rachel queda como un personaje más desagradable que el resto (aquí todos son desagradables).
Las últimas noticias sobre la verdadera Anna Sorokin indican que, tras haber estado en libertad en 2021, por buena conducta, volvió a prisión por infringir normas de inmigración y hasta tuvo Covid-19.
Lo cierto es que con los US$ 320.000 que le pagó Netflix, saldó su deuda con los bancos y hasta pagó varias multas a la Ciudad de Nueva York. Mientras estuvo en libertad, vivió en el NoMad, un hotel cinco estrellas de Manhattan, como si aún fuera Anna Delvey. En fin, es lo que hay.
Ficha técnica
Inventing Anna (Netflix, 2022).
Una temporada. Nueve episodios de 64 minutos.
- Creadora: Shonda Rhimes. Basada en la investigación periodística de Jessica Pressler.
- Reparto: Julia Garner, Anna Chlumsky, Jennifer Esposito, Laverne Cox, Alexis Generette Floyd, Anders Holm, Terry Kinney, Katie Lowes, Arian Moayed, Jeff Perry y Anna Deavere Smith, entre otros. Productora: Shonda Land.
