La rapidez en el crecimiento de datos producto de la infinidad de dispositivos asombra. El Internet de las Cosas ha sido de las mayores contribuciones en el aumento en dichos volúmenes.
El nivel de contribución del Internet de las Cosas (IoT) ha impulsado de nuevo al sector a evaluar las estrategias de gestión de datos desde la perspectiva de escala, gravedad, integración y seguridad general.
Por su parte, en Chile los hogares con acceso a Internet fijo alcanzan el 67%. Las conexiones de fibra óptica y cable coaxial en conjunto representan el 91,8% del total. Y las conexiones 4G ya suman 20.5 millones, con un crecimiento de 16% en los últimos doce meses, de acuerdo con las cifras entregadas en enero de 2022 por parte de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).
En la reciente Encuesta Global de Tendencias Tecnológicas, desarrollada por Equinix se contó con las visiones de 2.900 tomadores de decisiones de TI en 29 mercados distintos, donde parte de los más importantes datos reflejados tenían que ver con la importancia del IoT en el impacto en los negocios.

Internet de las Cosas: con el volumen viene el valor
A medida que el volumen de datos aumenta en cualquier lugar, este adquiere gravedad de datos. En otras palabras, a medida que el volumen de datos crece, se atraen mayores cantidades de aplicaciones, servicios y herramientas. A su vez, esas aplicaciones suelen aumentar aún más dicho volumen.
Los datos son aún más valiosos cuando se combinan con los de cientos de otras operaciones. Al analizarlos, los operadores pueden predecir y optimizar el rendimiento. Y si se combinan, pueden dar lugar a técnicas aún más eficaces.
Así, los grandes volúmenes de datos proporcionan una mayor comprensión, beneficiando a los operadores, fabricantes y el personal de mantenimiento. Cuanto mayor sea el volumen de datos, mayor será su valor inherente. Su infraestructura de TI sólo tiene que capturar, gestionar y compartir dichos datos de manera segura.
