Hace poco más de un mes atrás se hizo viral la historia de Raúl Opazo, un profesor chileno de 37 años del colegio Antonio Hermida Fabres de la comuna de Peñalolén en Santiago, quien tuvo la ocurrencia de utilizar memes para complementar sus enseñanzas en clases de Ética y Moral o Religión.
Se reconoce geek y es usuario activo de redes sociales. Administra un grupo de coleccionistas en Facebook, Transformers Sigma Chile, y asiste regularmente a eventos de cultura nerd, ya sea como invitado para mostrar su colección o como público, pero ninguna de estas actividades le entregó tanta popularidad como cuando empezó a subir a Instagram los memes que dibuja para sus alumnos.
En poco menos de un mes ya suma más de 20 mil seguidores y sus publicaciones reciben mucha interacción de parte de la comunidad chilena e internacional, al punto que otros docentes y alumnos de diferentes partes le piden memes a pedido.
A compartimos con él, quien nos cuenta un poco más de su historia en el audio a continuación:
Un interés familiar
Su padre lo inició en su pasión por el mundo ñoño, con quien comenzó a ver películas desde temprana edad. Luego, producto de una enfermedad, tuvo mucho tiempo de ocio que ocupó en dibujar, periodo en el que terminó de desarrollarse su interés por el papel y lápiz.
Su propia pasión por los Transformers y los cómics lo han mantenido cercano a sus estudiantes. Conocer lo que les gusta e incorporar ese conocimiento a sus clases ha sido clave para cultivar una relación cercana con cada curso.
Tecnología con propósito en las salas públicas
No es enemigo de facilitar a sus alumnos el acceso a las tecnologías, pero advierte que debe tener una finalidad, ya que luego estas herramientas no son utilizadas con fines académicos y reclama a sus colegas que se hagan parte de la cultura tecnológica como herramienta para cumplir su rol educativo.
En ese sentido, Raúl apoya la inclusión de más y mejor tecnología en las aulas públicas, pero que sea transversal, tanto para profesores como alumnos.
Sencillo, pero con ideas
Lejos de buscar fama propia, el profe Raúl espera que con su historia pueda llegar a quienes dirigen la educación chilena y de esta forma se puedan reparar algunos vicios del sistema.
Uno de los puntos más complejos del profesorado, como él mismo señala, es la evaluación docente, la cual considera debiese ser repensada con un rol más formativo que punitivo, que permita rescatar al docente que es mal evaluado para llevarlo a ser el mejor educador posible.