Si te gustan los videojuegos y esta cuarentena acrecentó el tiempo en que pasas frente a la pantalla, es necesario que sigas estos consejos en Player 8, para evitar futuras lesiones musculares derivadas del tiempo que utilizas las consolas.
Para todos esos jugadores que durante esta pandemia han duplicado o triplicado sus horas de juego, deben saber que esto puede traer varias complejidades de salud. La tendinitis suele ser uno de los principales problemas musculares cuando de videojuegos se trata. En Player 8 conversamos con Pamela Moreno, Kinesióloga, quien entregó las claves para evitar sufrir mientras jugamos.
Las lesiones son tan comunes e importante que los equipos de eSports cuentan con equipos completos de salud, donde incluyen kinesiólogos, terapeutas, nutricionistas y más. Todo depende del nivel del equipo profesional y cuál sea su competitividad.
Lesiones

eSports/Xataka
Si pensaste que no puede generar complicaciones de salud el jugar videojuegos, estas en un error. La tendinitis de muñeca, hombro o lesiones lumbares por estar sentado por largas horas, son algunas de las complicaciones musculares más habituales en jugadores de consolas o pc.
Para Pamela, las «sobrecargas musculares en muchas ocasiones son ignoradas por quienes juegan a diario. Estas pueden derivar en complicaciones más graves como el déficit de riego sanguíneo, esto ocurre por mantener por largo tiempo la misma posición de las piernas, lo que dificulta la correcta circulación de la sangre».
De igual modo, según nuestra especialista, «se pueden producir afecciones a la altura de las caderas y rodillas, especialmente cuando no se tiene en cuenta la altura de la silla que se está utilizando». ¡Así que ojo, gamers que no es llegar y jugar!
Duración de juego

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La cuarentena a causa del Covid-19 ha duplicado las horas en casa para todos. Por ende, los videojuegos en sus diversas plataformas, ha sido uno de los preferidos para cientos a la hora de matar el aburrimiento. Sin embargo, cuando el juego es interesante pueden pasar horas sin darte cuenta, algo que a la larga puede traer consigo diversas complejidades.
Con lo anterior nace de inmediato la interrogante: ¿Cuánto tiempo debemos jugar al día? Claramente nosotros no somos los especialistas en salud, por esto, la kinesióloga fue enfática: «cómo máximo dos horas diarias jugando sin parar». Pero seamos realistas, en muchos casos, las dos horas parecen insuficientes. ¿Qué hacer en estos casos?
Para nuestra especialista, «si las sesiones de juego exceden este tiempo recomendado, es fundamental aplicar la técnica de las pausas activas, las mismas que son utilizadas en las empresas donde sus trabajadores deben estar sentados durante toda la jornada. Estas son la mejor opción para evitar sufrir malestares o futuras lesiones»
Pausas activas

Evitar lesiones/Pixel GD
¿Qué son las pausas activas? Quizás es una de las preguntas que tienes en estos momentos, y en pocas palabras, son técnicas de relajación y estiramiento de los músculos. Estas pausas activas son famosas por ser las recomendadas para cientos de oficinistas y hoy en día, una excelente opción para el teletrabajo. La intención es evitar que el cuerpo humano sufra lesiones por estar muchas horas sin realizar las pausas activas.
En la industria de los videojuegos, estas pausas se han vuelto cada vez más famosas, esto debido a las largas horas que pasan los jugadores frente a los monitores, especialmente cuando son jugadores de eSports. «Las pausas activas son ejercicios prácticos y fáciles de llevar a cabo en cualquier sitio donde estés jugando» señaló Pamela.
Lo que recomienda nuestra especialista, es que «cada dos horas, puedas poner en pausa el juego y realizar estas rutinas». Pero no te asustes que no tardarás horas, ya que estas pausas tienen una duración entre 5 a 10 minutos como mínimo. Ojo, que no solo es estirar los brazos, sino también, debes considerar todo el cuerpo, desde la cabeza a los pies. Puedes apoyarte de una silla o en los mismos muros de tu casa o habitación.
Aquí te dejamos un par de ejercicios que pueden comenzar en cualquier momento. ¡Es justo y necesario!
¿Dónde y cómo jugar?
Quienes tenemos consolas o PC en nuestras casas, en muchos casos no contamos con un sector exclusivo para jugar, que tenga los implementos necesarios para evitar molestias musculares. En ocasiones, la consola está ubicada en el living del hogar, con sillones a media altura que no permiten una correcta posición de la espalda. Y aunque no lo creas, estas condiciones pueden afectar tu salud con el paso del tiempo.
Cuándo vas a jugar, «es recomendable que te preocupes de contar con una silla que te permita un ángulo de 90°, además de agregar un cojín a la zona lumbar baja, para entregar un mayor confort y no sobre exigir a tu espalda» argumentó la kinesióloga. Esto puede evitar fatigas musculares, como también, debes considerar la altura de la silla, ya que si tus piernas quedan en posiciones incomodas pueden sufrir lesiones en las rodillas y caderas. ¡La altura sí importa!
Y ya que estamos hablando de altura, la recomendación es que «cuando instales tu monitor, este siempre en la posición correcta. Tu vista debe quedar en el tercio alto de tu pantalla, para evitar que el cuello tome posiciones viciosas o incorrectas» , que puedan dañar tu musculatura. Para quienes acostumbran a jugar en pc, es importante que adquieran esponjas que le entregue comodidad a las manos mientras se utiliza el teclado.
¿A quién acudir?
Para aquellos que se creen Superman e invencibles, deben saber que estas lesiones pueden ser generadas por diversos factores antes mencionados. Pero, ¿a quién acudir si sufro dolor tanto jugar? Lo primero que debes hacer es acudir a un médico general, para descartar que esto dolores puedan ser parte de otras patologías. Si prefieres, puedes acudir a un traumatólogo, quienes son especialistas en lesiones musculares.
Siempre serán los médicos quienes te podrán derivar con un kinesiólogo, que te ayudará a tu recuperación con ejercicios prácticos. ¿Qué pasará si no voy e ignoro el dolor? En caso de presentar malestares y no acudes a un médico, es probable que estas lesiones se vuelvan crónicas y nunca te podrás recuperar de ellas. ¡Mejor prevenir que lamentar!