En los años escolares, suelen haber niños que sufren con las matemáticas. Ese temor es ahora denominado como Aritmofobia y se habla de cómo tratar ese problema.
El 24% de los alumnos de primaria cuenta con clases particulares de matemáticas, sin embargo, el conocimiento de los niños españoles está muy por debajo de la media europea, según el informe TIMSS.
Sudor, angustia, ansiedad y dolores estomacales, los principales síntomas de las personas que padecen aritmofobia.
¿Por qué los niños odian tanto las matemáticas?
Para muchos alumnos las ecuaciones, el álgebra y las fracciones son sinónimo de pánico y estrés. El estudiante español crece de la mano de los números: con el lanzamiento del nuevo plan escolar, los niños de Primaria tienen de media 545 horas de matemáticas al año. O lo que es lo mismo: 3270 horas a lo largo de los 6 años de Primaria.
Desde Smartick, el método líder de enseñanza online de matemáticas más usado por los niños españoles, advierten de las dificultades endémicas que generan las matemáticas en la educación española. De hecho, un 24% de los alumnos de Primaria tiene clases particulares para reforzar esta asignatura, tal y como publica el informe «Educación en la sombra», de EsadeEcPol.

¿Cómo saber si un hijo tiene aritmofobia?
Smartick señala que la aritmofobia, también conocida como numerofobia, puede aparecer por diversas causas, tanto genéticas como ambientales. En primer lugar, puede surgir como una fobia hereditaria de padres a hijos o como una alteración genética. Es decir, que el propio menor asocie unas reacciones emocionales a un tipo de conexiones emocionales concretas.
En segundo, puede presentarse a través de un motivo externo. Por ejemplo, una situación puntual relacionada con los números en la que el niño sufre un excesivo estrés o a inseguridades generadas por hacer mal los cálculos. Y es que, como muchos otros trastornos psicológicos, es muy probable que su origen esté en la etapa estudiantil tras tener una mala experiencia en la asignatura de matemáticas.
En cuanto a los síntomas, varían en función del menor. Generalmente están asociados a malestar físico, como dolor estomacal, náuseas o sudores excesivos. Pero también a manifestaciones como angustia, bloqueo, miedo al fracaso, pesadillas nocturnas, dolores de cabeza o aumento de la presión cardíaca.
Aritmofobia: ¿Cómo se puede tratar?
Uno de los motivos de aparición de la aritmofobia son las experiencias pasadas, por tanto, focalizar las causas por la que se genera este conflicto permite afrontar y tratar la fobia con el mayor conocimiento posible. Por ello, desde Smartick insisten en la importancia de tratar un problema que con el paso del tiempo puede hacerse mayor. En los casos graves incluso puede ser incapacitante para tener una vida plena como adultos competentes.
Javier Arroyo y Daniel González de la Vega, fundadores de Smartick, afirman que «la aritmofobia es un miedo desconocido entre la sociedad española. Si un niño tiene problemas con las matemáticas, no significa que tenga aritmofobia. Es un trastorno psicológico que puede derivar en un rechazo profundo a los números y a todo lo que los rodea: facturas, préstamos bancarios, cuenta corriente…».